LOS ORÍGENES

Los primeros indicios de la presencia de habitantes en el territorio de Barcelona, corresponden a finales del Neolítico, unos dos mil años antes de Cristo. En el siglo VII aC. las colinas que se alzan entre la sierra de Collserola y el mar, fueron pobladas por el pueblo íbero de los "Laietans".  El poblado de Montjuic, llamado Barkeno, fue el más importante.

En torno al 550 aC. los griegos establecen una colonia comercial llamada Empúries, cerca de la actual Roses, de la que en la actualidad todavía se pueden visitar los restos arqueológicos. Fue el punto de entrada de los romanos, en su lucha con los cartagineses por el dominio del Mediterráneo. 

LA BARCELONA ROMANA, VISIGODOS Y MUSULMANES

Los romanos tomaron el territorio hacia el 218 aC., fundando la capital de la provincia en Tarraco, la actual Tarragona. En torno al 15 aC., bajo el reinado de César Augusto, fundan Barcino con el nombre de Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino. La ciudad se alza alrededor del Mont Tàber, donde ahora ahora está la Catedral. En la época de César Augusto, Barcino tenía la forma de "Castrum" con las calles principales Cardus y Decumanus Maximus y un foro central. Estaba rodeada de una muralla de 1,5 kms. y ocupaba 12 hectáreas.

En el siglo V, Barcino y toda la península ibérica, es invadida por los visigodos llegados del norte de Europa y convierten Barcelona en la capital de los territorios hispanos. Al poco tiempo trasladan la capital a la actual Toledo. 

En el año 711, los musulmanes invaden y conquistan prácticamente toda la Península,  a excepción de algunas regiones montañosas de Asturias. La ocupación de Barcelona fue de corta duración, lo que explica el por qué la ciudad prácticamente no tiene ningún vestigio de la arquitectura árabe. 

MARCA HISPÁNICA Y CONDES DE BARCELONA

En los Pirineos, los musulmanes chocaban con los francos. Para hacerlos retroceder, Luis el Piadoso, hijo de Carlomagno, toma Barcelona en el año 801 y crea la "Marca Hispánica" en los límites territoriales de lo que se convertiría en la Cataluña medieval. Los francos optan por dividir el territorio  en condados. En el año 878 Guifré el Pilós, logra unir la zona a través de una batalla sangrienta que la historia ha considerado el nacimiento de Cataluña y funda la dinastía de los Condes de Barcelona. El nombre de Cataluña,  procede de la gran cantidad de castillos que se alzan en el territorio durante los siglos IX y X, se empieza a utilizar a mediados del siglo XII para designar el conjunto de condados que formaban la "Marca Hispánica". El término se encuentra por primera vez en un poema de 1117 en el que se hace referencia a los "catalanenses" de "catalania".

LA EDAD DE ORO

Cataluña entra en el nuevo milenio formada por una serie de condados que operan bajo el sistema feudal. Con Jaume I El Conqueridor (1213-1276), conquistó Sicilia y las Islas Baleares y se estableció como principal potencia marítima del Mediterráneo. De esta época son las murallas medievales de Barcelona y las Reials Drassanes (atarazanas), la iglesia de Santa María del Mar y las mansiones de los alrededores. La literatura y el idioma catalán también se benefician de la prosperidad de la ciudad. En 1249  Jaume I autoriza la creación del Consell de Cent, una institución de gobierno de la ciudad de Barcelona. En 1283 se reúnen por primera vez les Corts Catalanes, uno de los primeros parlamentos de Europa. Se reunían anualmente, pero tenían un órgano permanente llamado Generalitat. Su sede era, y sigue siendo, el Palau de la Generalitat.

DECADENCIA

En 1479, con el matrimonio de los Reyes Católicos Fernando II con Isabel de Castilla, la Corona de Aragón se une a Castilla y Barcelona deja de ser sede de la monarquía. Cataluña pierde su independencia y los Reyes Católicos se embarcan en un proceso de expulsar a todos los musulmanes y los judíos de España, incluidos los que vivían en El Call de Barcelona. En 1487 se establece "la Inquisición" en Barcelona para erradicar la herejía y purificar la fe católica. Se dirige principalmente a los Judíos, que habían sido convertidos por la fuerza al cristianismo. 

A lo largo del siglo XVI, con la Inquisición y privada de las oportunidades comerciales con América, Barcelona se convierte en una zona empobrecida.

En el siglo XVII, bajo el gobierno de Felipe IV, el sentimiento anti-centralista se incrementa por la Guerra de los Treinta Años con Francia. Empobrecidos y descontentos con los tributos cada vez mayores de la corona, Cataluña se subleva en 1640 y se declara república independiente bajo la protección francesa. La Guerra dels Segadors termina en 1652 con la rendición de Barcelona. Con el Tratado de los Pirineos de 1659, el rey cede a Francia el territorio catalán al norte de los Pirineos.

LA GUERRA DE SUCESIÓN ESPAÑOLA

La muerte sin descendencia de Carlos II en 1702, plantea el problema de la sucesión y da origen a la Guerra de Sucesión Española. Cataluña da soporte al archiduque Carlos de Austria, mientras que el resto de España apoya a Felipe de Anjou, candidato francés a la corona.  Felipe V resulta ganador, después de tomar la ciudad de Barcelona el 11 de septiembre de 1714. A partir de ese momento el rey prohíbe la lengua catalana, suprime las instituciones (Consell de Cent y Generalitat), cierra todas las universidades y construye una fortaleza para mantener controlada la ciudad. Barcelona queda reducida a un papel provincial.

EL RENACIMIENTO CATALÁN

A pesar de todo, el siglo XVIII es un periodo de fuerte crecimiento demográfico. A partir de 1778 se abre el comercio con la colonias españolas americanas al puerto de Barcelona. Cataluña  y la industria naviera reciben un importante impulso y se inicia la revolución industrial. La industria textil, con materias primas que se traen del Nuevo Mundo, se convierte en un gran negocio.  También se exporta en gran escala el vino.

A partir de 180, Barcelona experimenta un crecimiento económico y de bienestar que se prolonga durante casi todo el siglo. Esta nueva riqueza conduce en el siglo XIX a la  "Renaixença", una época apasionante de crecimiento artístico y económico en el que se reivindica la identidad catalana y ponen los fundamentos del catalanismo político. Barcelona es sede del modernismo y de la vanguardia artística.

En pleno auge de la Revolución Industrial, Barcelona continuaba rodeada de murallas y estaba colapsada por la instalación de las industrias y el crecimiento demográfico. Todos los terrenos exteriores se consideraban zona militar e impedían instalar nuevas industrias. En agosto de 1854 se promulga la orden que permite a Barcelona liberarse de las murallas. 

En 1859 se aprueba el "Proyecto de Reforma y Ensanche de Barcelona", conocido como Plan Cerdà, realizado por el ingeniero catalán Ildefons Cerdà para construir el ensanche y expandir la ciudad fuera de la murallas. El 4 de septiembre de 1860 la reina Isabel II colocaba la primera piedra del Ensanche en la actual plaza de Cataluña. En 1897 se anexan de los pueblos de los alrededores (los actuales barrios de Gracia, Sarrià, Poblenou, Sant Andreu..).

En 1888 la ciudad acoge la Exposición Universal de Barcelona, que se celebra en la gran extensión del parque de la Ciutadella, donde estuvo la ciudadela militar. La Exposición sirve de escaparate de la ciudad y atrae a más de dos millones de visitantes. La entrada a la Exposición es el Arco de Triunfo que todavía se conserva. 

Con el reinado de Alfonso XII, España se convierte en 1876 en una monarquía constitucional. En 1893, un militante de un grupo anarquista arroja varias bombas en el Gran Teatre del Liceu. Como en la mayoría de períodos de rápido crecimiento, la brecha entre ricos y pobres era cada vez más evidente. 

La pérdida de la colonia de Cuba en 1898, con la que se mantenían importantes relaciones comerciales y la intención del gobierno de reclutar catalanes para una guerra no deseada con Marruecos, provoca en Julio de 1909 la revuelta conocida como la Semana Trágica. En los disturbios se incendiaron decenas de instituciones religiosas de Barcelona. La represión posterior generó un campaña de repulsa en la prensa extranjera en contra del presidente Antonio Maura, con manifestaciones y asaltos a diversas embajadas. Alarmado por la repercusión, el rey Alfonso XIII cesó al presidente y lo sustituyó por el liberal Segismundo Moret."

El 13 de septiembre de 1923, el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, se subleva contra el Gobierno y da un golpe de Estado. Apoyado por la burguesía catalana y los terratenientes andaluces el rey Alfonso XIII accede a que Primo de Rivera sea el presidente del gobierno. La dictadura solo es contestada por sindicatos y republicanos, cuyas protestas son acalladas por la represión. 

La segunda Exposición Universal de Barcelona se celebra en 1929. La decisión de situarla en Montjuic significa la urbanización de la Plaza España y una zona extensa de la montaña de Montjuic. Se inaugura el 19 de Mayo de 1929 en el palacio que actualmente ocupa el museo MNAC.

El 14 de abril de 1931, con la proclamación de la Segunda República Española, el rey Alfonso XIII (1886-1941) y su familia se ven obligados a huir del país. Inicialmente, gobernaron los constitucionalistas, pero pronto fueron dejados de lado por socialistas y anarquistas. Estos adoptaron una Constitución que separaba iglesia y estado, secularizaba la educación, además de otras disposiciones, incluyendo gobierno autónomo para Cataluña. El mismo año Francesc Macià se declara presidente de la República Catalana.  La naturaleza de estas reformas impulsa el crecimiento del conservador Partido Falangista, tomando como modelo Italia y los partidos fascistas de Alemania. En las elecciones de 1936, el país queda dividido entre izquierda y derecha, con una Cataluña mayoritariamente de izquierdas. 

LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

El 18 de julio de 1936, el ejército da el golpe de estado que inicia la Guerra Civil Española. El General Franco, apoyado por Mussolini y Hitler, toma el poder de la España nacionalista. En los 3 años siguientes, Barcelona y el litoral catalán son bombardeados por aviones alemanes e italianos. Con el final de la guerra, en 1939, un número incalculable de ciudadanos son ejecutados y miles huyen a Francia a través de los Pirineos. De nuevo,  el catalán y la cultura catalana son forzados a la clandestinidad.

Impulsados por peores condiciones de vida en el sur de España, muchos inmigrantes llegan a Barcelona a mediados de siglo XX. La década de 1960 vio un nuevo auge económico, esta vez liderado por el turismo, que creció hasta convertirse en una industria importante en la Costa Brava y la Costa Dorada. Muerto el general Franco en 1975, Juan Carlos I de Borbón es proclamado rey de España.En 1977 se celebran las primeras elecciones democráticas. Una nueva Constitución es aprobada por el electorado y el Rey, que garantiza los derechos humanos y civiles, así como a la libre empresa y varias comunidades autónomas, entre ellas la de Cataluña.

En 1998 el catalán se convierte en el idioma oficial de la educación y el poder judicial.

LA BARCELONA MODERNA

El partido nacionalista Convergencia i Unió, con Jordi Pujol a la cabeza, gana las primeras elecciones autonómicas de Cataluña  en 1981 y se mantiene en el poder hasta el 2003. Cuando una coalición de izquierdas con el PSC representado por Pasqual Maragall asume el poder.  El actual presidente del gobierno catalán (la Generalitat) es Carles Puigdemont, desde el año 2016. El gobierno municipal de Barcelona ha tenido un alcalde del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) desde el inicio de la democracia hasta el año 2011. Después  Xavier Trias i Vidal de Llobatera, de Convergencia i Unió (CIU), fue el alcalde hasta el año 2016. En la actualidad, Ada Colau Ballano es la alcadesa de Barcelona.

El 17 de octubre de 1987, en Lausana, se adjudica a Barcelona la celebración de los Juegos Olímpicos de 1992. El ayuntamiento socialista liderado por el alcalde Pasqual Maragall, apoyado por ingenieros y urbanistas, prepara la transformación de la ciudad. Las obras suponen la ordenación del frente marítimo del creación del Poblenou, las Rondas, las instalaciones de Montjuic y el Frente Marítimo. 

En el año 2002 se prolonga la avenida Diagonal hasta el mar y se construye la torre Agbar, uno de los nuevos iconos de la Barcelona del siglo XXI. En el año 2004, la organización del Fòrum de les Cultures permite la transformación de las zonas industriales de la costa norte en barrios residenciales y de congresos y un nuevo puerto deportivo. 

De esta manera, Barcelona se ha convertido en una ciudad visitada cada año por millones de turistas de todo el mundo, que llegan atraídos por la arquitectura, el clima, la gastronomía, la cultura, sus playas y su gente.