Poblenou, sigue siendo un pueblo cerca de la playa dentro de una ciudad del siglo XXI. La vida de pueblo dentro de una gran ciudad.
En la primera mitad del siglo XIX estaba lleno de fábricas. Era conocido, por su carácter industrial, como el “Manchester” catalán. Acogía fábricas de todo tipo, Ca l’Aranyó, Can Felipa, Can Ricart….. Es fácil seguir las huellas de esta historia paseando por las calles de la zona más antigua del barrio.
El declive industrial libero el suelo y, con la reforma de las olimpiadas de 1.992, el barro se convirtió en una zona residencial y con mejor calidad de vida.
Más recientemente, la iniciativa de alta tecnología 22@ ha jugado un papel importante en la renovación del barrio. Un proyecto que ha transformado Poblenou en la ciudad del conocimiento y actividades artísticas donde los espacios industriales convertidos en loft y arquitectura vanguardista, rodeados de residencias del siglo XIX, se han convertido en pequeños restaurantes, galerías y talleres artísticos.
El lugar más interesante para pasear es la Rambla de Poblenou, el carrer Marià Aguiló y sus alrededores. Es la única rambla de Barcelona que llega hasta el mar. Puedes hacer una parada para tomar una horchata o un granizado de limón en El Tío Ché.