La plaza de la Concordia es uno de los rincones más bonitos del barrio, ¿y de Barcelona?, con comercios antiguos como la farmacia Oller y la pastelería Bages.
Sant Gaietà es una plaza minúscula, pavimentada con baldosa roja, rodeada por diez casas de baja altura. Una isla mínima difícil de encontrar si no se sabe de su existencia.
La Plaza Prim es la más emblemática del Poblenou. Es una pequeña plaza construida en el año 1851, que solía ser un lugar de encuentro para pescadores y obreros.
El Jardín del Museo Frederic Marès está rodeado de porches, lleno de naranjos, y una fuente con un surtidor, donde el día del Corpus se celebra la tradicional fiesta de "l'Ou com Balla".
El claustro de la Iglesia de la Concepción es una verdadera isla de tranquilidad escondida entre el intenso tráfico de la calle Aragón de Barcelona, en pleno ensanche, fuera del barrio gótico.