El Park Güell es uno de los cinco sitios de Barcelona más visitado por los turistas, construido entre 1900 y 1914, está situado en la parte alta del barrio de Gràcia. El empresario Eusebi Güell, inspirándose en las ciudades jardín inglesas, encargo a Gaudí construir una urbanización en una ladera de la Muntanya Pelada, situada a 4 kilómetros del centro de la ciudad. Se inicia en el año 1900 y en 1903 ya estaba finalizados los pórticos, las grutas, escalinata, el muro de cierre y los pabellones de la entrada. Eusebi Güell y Antonio Gaudí se trasladaron a vivir aquí, pero solo se vendió una parcela de las 60 previstas. En 1914 se abandona el proyecto y el Ayuntamiento de Barcelona compra y convierte la finca en un parque público en 1922. En 1984, la Unesco lo declara Patrimonio de la Humanidad. Gaudí se inspira en el Jardín de la Fontaine de Nimes y en los templos griegos y egipcios. Diseña un complejo residencial rodeado por un muro y acceso controlado, con áreas comunes, caminos, paseos y 60 parcelas triangulares. Lleno de simbolismos, pensados por Gaudí para recuperar los valores del catalanismo y el cristianismo.
Puerta de entrada y pabellones
El Park Güell está amurallado. En la fachada principal, Gaudí construyó un muro de mampostería acabado por una cornisa de "trencadís" de cerámica, con franjas rojas y blancas y varios medallones con las palabras "Park" y "Güell". La reja de la entrada principal, nunca llegó a realizarse. La actual se instaló en 1964 y proviene de la primera obra que Gaudí proyectó en Barcelona, la Casa VIcens de la calle Carolines.En la entrada del parque, el visitante tiene la sensación de entrar en un mundo diferente, de formas fantásticas. Repleta de simbolísmos y cargada de colorido la entrada separa la ciudad exterior, industrial y masificada, del Park Güell, un lugar lleno de tranquilidad y vida sana.
El pabellón de la izquierda estaba destinado a la administración de la urbanización, con la recepción y una sala de espera para las visitas. Está construido con formas onduladas sin aristas, con un gran torre que finaliza en una cruz de cuatro brazos. Un elemento que Gaudí utiliza en otros edificios, que es, a la vez, una cruz y una rosa de los vientos. Junto a la torre hay una cúpula en forma de seta, rodeada por una pequeña terraza. El pabellón de la derecha estaba destinado a ser la vivienda del conserje y su familia. También inspirado en la naturaleza, está rematado por una cúpula con una Amanita Muscaria. Para lograr mayor realismo, en esta cúpula, se colocaron tazas invertidas para simular las escamas de la seta. La cubierta de los dos pabellones simula las olas del mar y está recubierta de "trencadis".
L'escalinata
En la parte derecha de la escalinata, Gaudí construyó una cueva con una columna central cónica como refugio para los carruajes, a la que se accede a través de unos arcos parabólicos. Desde la entrada, la escalinata asciende hasta la sala de las columnas. Tiene cuatro tramos y en tres de ellos hay cascadas de agua. En una de ellas está la figura más representativa del Park Güell, el dragón, que funcionaba como rebosadero de la cisterna situada debajo del mercado. El "trencadis" colorista que recubre el dragón es idóneo para representar la piel escamosa del animal. Gaudí añadió pequeños bultos, en forma de media esfera, para dotarlo de más realismo. Antes de comenzar el último tramo, hay un banco donde descansar, situado de tal manera que en verano está a la sombra y en invierno le da el Sol.
El mercado
El último tramo de la escalinata nos lleva a la sala hipóstila, inspirada en los templos dóricos griegos. Estaba destinada a ser el mercado de los habitantes del Park Güell. La sala se compone de 86 columnas dóricas. Tienen 6 metros de altura y están revestidas de trencadis hasta 1,80 m. La cubierta está formada por bóvedas semiesféricas rematadas con trencadis. Estas columnas tienen el ánima vacía para llevar el agua que se filtra a través de la arena de la plaza y canaliza por la bóvedas del mercado, hasta la cisterna que se encuentra bajo el mercado. En cuatro puntos de la cubierta Gaudí sustituyó las columnas por cuatro soles de tres metros de diámetro que representan las estaciones del año. Los soles están rodeados por 14 rodelas de un metro de diámetro, que contienen hélices de diferentes formas. Tanto los soles como las rodelas son obra de Josep María Jujol, colaborador de Gaudí. Jujol rompió aquí con el diseño geométrico del trencadis de las otra zonas del parque y elaboró una especie de "collage" creado con todo tipo de materiales. En la pared del fondo del mercado existía una manantial de aguas medicinales que fueron comercializadas con el nombre de SARVA. En la actualidad el manantial está desviado hacia la cisterna.
La Plaza
Asomada al mediterráneo y la ciudad, la plaza está inspirada en las ágoras de las polis griegas. De hecho, en los primeros planos Gaudí la llamó Teatro Griego. La diseñó pensando en el punto de reunión donde celebrar los actos del vecindario. Contiene uno de los elementos más admirados del parque, el banco cerámico de formas sinuosas. Se dice que es una serpiente mitológica o las olas del mar que desde aquí se ven. La decoración es obra de Josep María Jujol, que empleó cerámica de deshecho, baldosas, botellas y piezas de su propia vajilla. Mezcla de escultura, barandilla, mirador y banco está considerado una de las grandes obras de arte del siglo XX. Se accede por cuatro accesos, dos a cada lado, que la comunican con la escalinata y el Camino del Rosario. Vía principal del parque construida sobre una antigua calzada romana.